La situación del sector es crítica 

La emergencia por COVID 19 ha complicado los números de ventas de un sector agobiado. Preocupación por los compromisos laborales que se deben afrontar y la ausencia de medidas estatales que los incluyan. 

El escenario es complejo. Si bien los expendedores de combustibles están firmes en sus estaciones desde el primer día, hoy la realidad es que los números asustan y la indefinición de políticas de ayuda desde el Estado no alivia. 

Desde el primer momento, los responsables de las estaciones de servicio pusieron el foco en el tema salud con todas las recomendaciones reglamentarias. Pero la caída de las ventas, la extensión de la cuarentena y la falta de acompañamiento estatal plantean una situación desesperante para el sector. El Presidente de FAENI Alberto Boz señaló en una entrevista radial que desde la institución se espera una resolución en relación a qué beneficios acompañarán al sector para hacer frente a las obligaciones asumidas. Hasta ahora muchas promesas pero pocas definiciones. Los estacioneros sólo obtuvieron una prórroga de un porcentaje de aportes patronales. El resto sin respuesta y día tras día cambian las reglas, sentenció Boz. 

La primera estimación de impacto del Covid-19 sobre el expendio de combustibles muestra la caída generada por la pandemia de Covid-19 y el consecuente aislamiento social necesario. La merma de ventas alcanzó el 76.8% en el segmento de venta al público y el 66.6% en el mercado minorista total, con un pico del 88.5% en el caso de las naftas. Estos números indican que caídas tan importantes generan pérdidas sustanciales en todas las estaciones de servicio. 

Según el estudio realizado, el mes de marzo tuvo dos periodos muy diferentes, con los primeros 19 días de funcionamiento relativamente normal y sin restricciones y 12 días con medidas de aislamiento social preventivo obligatorio, que redujeron drásticamente la movilidad de las personas, con la consecuente merma en la demanda de combustibles. La extensión de este período de aislamiento que se sostiene en el tiempo agrava y profundiza esta realidad. 

 
Boz señaló también que los costos fijos no cayeron en la misma proporción que las ventas, por lo que la Federación y otras instituciones que nuclean a los expendedores insistirá en la obtención de beneficios para el sector. 

Consultado sobre el valor de los combustibles y por qué pese al contexto mundial en los surtidores no se nota la baja de precio, Boz explicó que la formación del precio final depende de varios factores entre ellos el tipo de cambio, la carga impositiva, un desfasaje anterior por congelamiento de precios y la imposibilidad de importar, lo que forma un combo que impide que las petroleras reduzcan el precio de los combustibles por entender que este ya está desfasado. 

En las próximas horas se dará a conocer la extensión de la cuarentena con algunas excepciones que se suman a la lista vigente. Mientras el sector mira con suma preocupación los números que arrojará abril, también espera definiciones sobre medidas y beneficios que acompañen este duro momento que vive el rubro. 

FUENTE: LT10 (SANTA FE)